Dibujando con la IA

Confieso que no sé dibujar ni pintar; tanto da que sea al modo tradicional o con algún programa de ordenador. Como mucho, soy capaz de diseñar diapositivas para mis clases y charlas con el venerable Paint, el PowerPoint y poco más. 🙂

Pero hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad, y hasta el más patoso puede acceder gratis a herramientas generadoras de imágenes, como DALL-E 3. Tan sólo hay que entrar en la página de Bing, ir al chat y listo. Escribes lo que te gustaría que la IA dibujara para ti, y en pocos segundos lo tienes. Puedes repetir la petición tanto como se te antoje, que cada vez obtendrás varias imágenes diferentes. Y libres de derechos de autor, por lo que parece.

A los más viejos del lugar nos cuesta creer que algo tan bonito pueda ser cierto, así que, impregnado del buen espíritu científico, me puse a experimentar. Para empezar, como aficionado a la ciencia ficción, le pedí algo sencillito: que generara una imagen de una nave espacial destrozada, con una galaxia al fondo. De las que me ofreció, valga esta como ejemplo:

Caray, funcionó. La verdad, queda bastante resultona. Y puestos ya, dado que es gratis, seguí experimentando. 🙂 Si le pido que cree una casa hongo con gnomos y un fondo de arcoíris, puedo obtener algo así:

Me pregunto por qué todas las setas tienen lunares. Influencia de Amanita muscaria, supongo. Eso explicaría lo alegres que parecen esos gnomos… 🙂

¿Y si nos ponemos a desbarrar? ¿Por qué no? Pidamos algo más complejo, incluso absurdo, como Charles Darwin estrechando la mano de un dinosaurio: 😀

Peculiar, ciertamente… La IA consulta entre millones de imágenes y las combina. Todavía no le sale a la perfección. Véase la diferencia de tamaño entre los brazos del dinosaurio. Por otro lado, hace cosas absurdas. ¿Por qué diantres colocó la mesa con esos dos tipos? Yo no especifiqué el fondo, así que la IA puso lo que le salió de los circuitos. Además, uno de los hombres tiene cola de dinosaurio, por no mencionar lo raras que quedan las patas de la mesa.

Y para no cansarte más, paciente lector, la última ocurrencia: pidámosle que nos cree un xenomorfo bebiendo una copa de vino blanco en la Feria de Sevilla, con vestido de flamenca. Me ofreció estas cuatro estampas, a elegir. La primera no queda mal. Algo creepy, eso sí:

En la siguiente vemos cómo nos ha incluido un fondo más fiestero, con público. De todos modos, empezamos a notar una de las características más desconcertantes de esta IA: la de encasquetar cosas raras sin ton ni son, en plan random:

¿Qué demonios lleva el alien junto a la mano izquierda? Y la tendencia a incluir cosas grotescas se mantiene en esta otra: 😀

Y no digamos en esta última:

Ay, ese fondo… Los farolillos en medio del cielo azul, como si fueran ovnis; lo que sea que lleve la señora de la izquierda en la cara; el bicho verde de la esquina superior derecha… Por no mencionar la idea que la IA tiene de lo que es un vestido de flamenca. 😀

En fin, se pasa un rato divertido experimentando con estas imágenes generadas por IA, pero pensándolo fríamente, nos plantean una serie de problemas legales y dilemas morales.

Lo primero que viene a la mente es que uno puede hacerse pasar por artista sin tener ni idea, y más aún en el próximo futuro, cuando las IA vayan puliendo sus defectos. Dado que podemos pedir la misma imagen ad nauseam, quizás al final, por casualidad, obtengamos un dibujo espectacular. Es la misma estrategia que a veces utilizamos para fotografiar niños o animales: hacer sopocientas fotos, que alguna de ellas saldrá bien… 😉 Lo malo es que podríamos usar esas imágenes generadas por IA con fines comerciales, para ganar dinero. Y si se tienen conocimientos básicos de edición de imágenes con programas al estilo de Photoshop para corregir errores puntuales, pues mejor aún.

¿Qué pasa con los derechos de autor? Las IA han sido entrenadas para estudiar millones de imágenes disponibles en Internet, e inspirarse en ellas. Pero… ¿cómo separar eso de un posible plagio? ¿Tendrían derecho a reclamar los artistas autores de los originales?

La verdad, no sé que pensar. La capacidad de las IA para suplantar a seres humanos se me antoja preocupante, incluso peligrosa. Dejando aparte la amenaza para el porvenir de dibujantes y diseñadores gráficos, la capacidad de generar fotografías o vídeos falsos con tanta facilidad incrementa la posibilidad de que los bulos proliferen sin trabas. Y en una sociedad cada vez más polarizada, donde priman los sentimientos sobre el pensamiento crítico, eso es muy peligroso. 😦

Como toda creación humana, las IA pueden usarse para el bien o para el mal. Por eso se necesita legislar al respecto, aunque me temo que la velocidad de la innovación en este campo ha pillado completamente fuera de juego a nuestros legisladores, muchos de los cuales, dicho sea de paso, carecen de formación científica y técnica. Como se diría en una carrera de Fórmula 1, el futuro nos ha adelantado a toda velocidad, arrancándonos las pegatinas del coche.

Que no nos pase nada…

Deja un comentario