Supongamos que usted celebra su cumpleaños a finales de marzo. Según los astrólogos, su signo del zodiaco es Aries. Eso parece indicar que en el momento de su nacimiento el Sol estaba en la constelación de Aries. Sin embargo, como vimos en la entrada anterior, los astrólogos suelen equivocarse al situar al Sol y otros cuerpos celestes en el firmamento. ¿Por qué existe esta clamorosa discrepancia? Antes de responder a la pregunta, repasemos unos conceptos básicos.
Constelaciones y eclíptica (fuente: eppursimuovegalileo.wordpress.com)
Visto desde la Tierra, a lo largo del año el Sol recorre una trayectoria circular en el firmamento. A esa línea la llamamos eclíptica. El zodiaco es una banda del firmamento con 18º de anchura, por cuyo centro va la eclíptica. En el zodiaco hay varias constelaciones, 12 según los astrólogos, cuyos nombres nos son familiares: Aries, Tauro, Géminis…
He aquí una tabla donde comparamos en qué signo del zodiaco está el Sol en cada época del año según los astrólogos, y en qué constelación se halla en realidad (para averiguarlo basta con examinar el cielo o conseguir un buen planetario). Los datos astrológicos proceden de la Wikipedia; los astronómicos, de The Classroom Astronomer:
Signo del zodiaco (los «intrusos», en verde) |
Fechas en las que el Sol está en ese signo, según la Astrología | Fechas en las que el Sol realmente está en esa constelación |
Nº días que el Sol pasa en esa constelación |
Aries | 24 mar. – 21 abr. | 19 abr. – 13 may. | 25 |
Tauro | 22 abr. – 21 may. | 14 may. – 19 jun. | 37 |
Géminis | 22 may. – 21 jun. | 20 jun. – 20 jul. | 31 |
Cáncer | 22 jun. – 21 jul. | 21 jul. – 9 ago. | 20 |
Leo | 22 jul. – 22 ago. | 10 ago. – 15 sep. | 37 |
Virgo | 23 ago. – 21 sep. | 16 sep. – 30 oct. | 45 |
Libra | 22 sep. – 21 oct. | 31 oct. – 22 nov. | 23 |
Escorpio | 22 oct. – 22 nov. | 23 nov. – 29 nov. | 7 |
Ofiuco | 30 nov. – 17 dic. | 18 | |
Sagitario | 23 nov. – 21 dic. | 18 dic. – 18 ene. | 32 |
Capricornio | 22 dic. – 21 ene. | 19 ene. – 15 feb. | 28 |
Acuario | 22 ene. – 21 feb. | 16 feb. – 11 mar. | 24 |
Piscis | 22 feb. – 23 mar. | 12 mar. – 18 abr. | 38 |
Cetus | 14 mar. | Unas pocas horas |
Varias cosas llaman la atención en esta tabla. La más llamativa es la disparidad de fechas en las dos columnas centrales. Sin embargo, hay otros aspectos curiosos. Vayamos por partes.
Observen la columna de la derecha de la tabla. Según los astrólogos, el Sol pasa un mes en cada uno de los 12 signos. En cambio, en el universo real el Sol está mucho tiempo en algunas constelaciones y bien poco en otras. ¿Por qué el Sol sólo pasa una semana en Escorpio, y mes y medio en Virgo? ¿Le gustan unas constelaciones más que otras, o qué? 🙂
Escorpio (fuente: es.wikipedia.org)
Hagamos un viaje mental. Situémonos a finales de junio en la costa andaluza, a medianoche, mirando al mar, hacia el sur, con un cielo despejado. Si las luces de las farolas no molestan demasiado, veremos que, en dirección a África, hay unas constelaciones preciosas en el firmamento. Sagitario, que alberga el núcleo de la Via Láctea, un monstruoso agujero negro del tamaño de millones de soles. Escorpio, una de las pocas constelaciones que se parece algo al animal que le da nombre: una cadena de estrellas con una supergigante roja, Antares, en el corazón del escorpión. Entre sus pinzas podemos ver a Libra, una constelación no tan espectacular. Y con suerte, dependiendo del año, puede que Marte, Júpiter o Saturno también estén presentes.
Obviamente, durante el verano el Sol no está en esas constelaciones. Pasará por Escorpio en otoño, pero no se quedará ahí un mes, sino sólo una semana. En cambio, estará mes y medio en Virgo, y más de un mes en Leo o Piscis. ¿Por qué?
Constelaciones y eclíptica (fuente: edadcelestial.blogspot.com.es)
La respuesta es fácil. Las constelaciones tienen formas y tamaños diversos. Al fin y al cabo, son divisiones arbitrarias del cielo, como se ve en la imagen anterior. Escorpio es una constelación alargada y estrecha, como los escorpiones, y el Sol la atraviesa de lado a lado, no de cabeza a cola. El camino de la eclíptica en Virgo, en cambio, es mucho más largo.
Sigamos con otros aspectos que llaman la atención en la tabla. Según la Astrología, hay 12 signos del zodiaco. Sin embargo, el Sol, en su viaje por la eclíptica, pasa por 14 constelaciones, no 12. Yo, que toda mi vida creí que era Sagitario, resulta que, por los pelos, soy Ofiuco, el portador o cazador de serpientes. Qué cosas. De hecho, el Sol pasa más tiempo en Ofiuco (18 días) que en Escorpio. Y si usted nació un 14 de marzo, según la hora a la que vino al mundo puede que sea Cetus. O sea, una ballena. O un monstruo marino, según otros. No sé lo que pasará en un año bisiesto. 🙂
Además, tenemos la disparidad de fechas entre las dos columnas centrales de la tabla. Si se dan cuenta, los signos del zodiaco llevan casi un mes de retraso respecto a las correspondientes constelaciones. ¿Por qué?
La respuesta también es sencilla. Por mucho que los astrólogos digan que nuestro futuro está en las estrellas, su zodiaco ya no tiene nada que ver con el cielo real. Perdonen que nos repitamos tanto, pero hace mucho tiempo que los astrólogos dejaron de mirar a las estrellas.
La clave radica en que no es lo mismo signo del zodiaco que constelación. Hay que tener esto claro para evitar confusiones. Lo comprenderemos mejor si estudiamos atentamente una carta astral, como la que obtuvimos de www.astrotheme.com:
Si se fijan, verán ustedes que los 360º del círculo (la eclíptica, para entendernos) están divididos en 12 partes iguales de 30º, que corresponden a los 12 signos zodiacales. Todos ocupan exactamente el mismo espacio; por tanto, el Sol, a lo largo del año, estará un mes en cada signo. Nada que ver con las constelaciones, cada una de las cuales presenta una forma y tamaño diferentes.
El propósito primero de la Astrología es adivinar el futuro. Así, no es de extrañar que el zodiaco de los astrólogos funcione como una maquinaria de relojería. Bonita, ostentosa y ante todo previsible, pero qué quieren que les diga… En el fondo me parece una cosa muerta; una construcción artificial, inanimada. No tiene nada que ver con las estrellas, con el universo, que están vivos, que cambian, laten, evolucionan, mutan, nacen y mueren.
En cualquier caso, al inicio de la Astrología, cada signo del zodiaco, grosso modo, coincidía con su constelación correspondiente. Sin embargo, en la tabla vemos que hay casi un mes de desfase. ¿Por qué?
Los cielos cambian; ya no son los mismos que en la Antigüedad. Esto se debe a un fenómeno: la precesión de los equinoccios. La orientación del eje de rotación de la Tierra cambia con el tiempo, lo que hace que la fecha de solsticios y equinoccios varíe a lo largo de los años. Si el equinoccio de primavera se situaba en Aries hace varios milenios, hoy está en Piscis, y va camino de Acuario. De ahí el desfase entre los signos zodiacales y sus constelaciones.
En resumen: si hace milenios la Astrología tuvo algo que ver con el cielo, hoy no. Los intentos de los astrólogos modernos para encajar los 12 signos zodiacales con 13 constelaciones (o 14, si tenemos en cuenta el pequeño cachito de Cetus por el que pasa la eclíptica), que además están donde no deberían son, como mínimo, confusos. Asimismo, nos dejan con una duda: ¿estaban equivocados todos los horóscopos de los antiguos, que no sabían de la existencia de Urano, Neptuno, Plutón o la precesión de los equinoccios, y que jamás habrían pensado en un número tan «feo» como el 13 para las constelaciones del zodiaco?
En la entrada final de esta serie reflexionaremos acerca de por qué la gente sigue creyendo en la Astrología, cuando esta no tiene base científica.