La escritora y dramaturga inglesa Sophia Lee nació en Londres en 1750. Era hija de un famoso actor y empresario teatral llamado John Lee. Ello motivó que Sophia escribiera una obra dramática titulada El capítulo de los accidentes (The Chapter of Accidents, 1780), y parece probable que lo hiciera por problemas económicos, cuando su padre se hallaba enfermo. Tuvo la fortuna que la obra alcanzara cierto éxito y fuese representada en varios teatros, paliando así las necesidades de la familia. El dinero obtenido con la obra le permitió abrir, junto a sus hermanas, un colegio para señoritas llamado Belvedere House. La escuela consiguió cierta reputación y le proporcionaría unas rentas adecuadas a su clase, con lo que pudo dedicarse a la literatura.
En este entorno apacible se dedicó a escribir la novela gótica El subterráneo, un cuento de otros tiempos (The Recess, or a Tale of other Times, 1785). El término “recess” es un tanto difícil de traducir, pues significa hueco, nicho o escondrijo. Es una novela histórica que alcanzaría gran fama, llegando a ser traducida a varias lenguas europeas, entre ellas el español en 1795, con el título El subterráneo; o: la Matilde. La novedad de esta obra radica en rehuir el entorno fabuloso y poco creíble de otras novelas góticas medievalizantes. En su lugar opta por un contexto realista y, en general, bastante más verosímil. El relato cae sin embargo en la morbosidad y truculencia características de los primeros argumentos góticos: dos hermanas gemelas, hijas del duque de Norfolk y María de Escocia, se hallan presas en las mazmorras de un sombrío castillo para evitar que la reina Isabel las haga asesinar por razones políticas.
Aunque no se trata de una obra sobrenatural se inscribe de lleno en la corriente gótica, tanto por su atmósfera como por el desbordamiento de las pasiones y la truculencia de la trama. Logra un efecto de suspense terrorífico gracias al uso magistral de la psicología, el ambiente claustrofóbico, la mentalidad tortuosa de los protagonistas y un cierto sadismo, sobre todo psicológico. Aunque las hermanas logran escapar, las experiencias que les esperan tras la libertad son tan terribles que su anterior reclusión terminará por parecerles un remanso de paz y felicidad. El ambiente de esta obra es singularmente sombrío y hace un uso excelente de los recursos psicológicos como fuente de inquietud y aun de terror. Demuestra que el verdadero miedo no está en los efectos sobrenaturales tanto como en el mundo real y especialmente en nuestras acciones. Sin proponérselo Sophia Lee acababa de lograr lo que se había propuesto, sin conseguirlo, Clara Reeve: demostrar que se podía escribir una novela gótica como El castillo de Otranto, sin apelar a lo sobrenatural y sin abandonar las sendas morales de su época. Como curiosidad mencionamos que a esta corriente que mezcla lo gótico con la novela histórica, huyendo de lo sobrenatural, suele llamársela «gótico histórico».